Ovaciones, aplausos, lagrimas, emoción, eso lo vi en sábado por la noche mientras veía uno de los festivales mas importantes a nivel de música, el festiva Viña del Mar, el cual celebrara sus 50 años, como siempre con una gama de artistas famosos y de los mas pegados o mayor trayectoria.
Solamente pude ver de todos esos días la presentación en vivo de Marc Anthony, al cual le toco el final de concierto, bueno en verdad si fue de mucha energía, vi como se entregaba al publico, miles de personas cuereaban sus canciones una y otra vez, algo tan pero tan raro fue que a la mayoría de los artistas se le entregan tres premios, antorcha de plata, de oro y gaviota de plata, anteriormente había gaviota de oro, hasta el año pasado creo. En fin que a todos se les entregaban a medida que cantaban sus canciones, se hacían pausa, hablaban con el artista y así entre una pausa y otra le entregaban el premio. Uff a Marc comenzaron desde el principio a gritar “Gaviota de plata”, el premio mas importante lo querían de primero.
Raramente Dios se los entregaron todos uno de tras de otro, ja volvieron las lagrimas, luego de haber entregado los premios la gente comenzó a gritar, “Gaviota de oro”, los conductores decían ese premio ya no existe porque lo gritan…
En fin muchas emociones, quien no quisiera que multitudes gritaran su nombre, o sus canciones si es que cantan, que te entreguen el máximo reconocimiento y te sigan pidiendo mas, los aplausos no son malos, los reconocimientos, todo eso alimenta nuestra autoestima, he visto como muchos tienen sed de aplausos, de que le conozcan, en busca de eso muchas veces pues no ven los dos o tres que te aplauden, procuramos lo mucho sin todavía tener lo poco, manejar mucho dinero si todavía no hemos aprendido a ser razonables con el poco que tenemos.
Igual en la vida espiritual, cuantos quieren ser líderes sin primero aprender el proceso, es bonito o chulo estar en frente, pero no es fácil lo que se ha tenido que pasar para que luego que puedan decir “Gaviota de Plata”. Comencemos por la antorcha primero, te aseguro que te dará más satisfacción cuanto obtengas el premio mayor.
Solamente pude ver de todos esos días la presentación en vivo de Marc Anthony, al cual le toco el final de concierto, bueno en verdad si fue de mucha energía, vi como se entregaba al publico, miles de personas cuereaban sus canciones una y otra vez, algo tan pero tan raro fue que a la mayoría de los artistas se le entregan tres premios, antorcha de plata, de oro y gaviota de plata, anteriormente había gaviota de oro, hasta el año pasado creo. En fin que a todos se les entregaban a medida que cantaban sus canciones, se hacían pausa, hablaban con el artista y así entre una pausa y otra le entregaban el premio. Uff a Marc comenzaron desde el principio a gritar “Gaviota de plata”, el premio mas importante lo querían de primero.
Raramente Dios se los entregaron todos uno de tras de otro, ja volvieron las lagrimas, luego de haber entregado los premios la gente comenzó a gritar, “Gaviota de oro”, los conductores decían ese premio ya no existe porque lo gritan…
En fin muchas emociones, quien no quisiera que multitudes gritaran su nombre, o sus canciones si es que cantan, que te entreguen el máximo reconocimiento y te sigan pidiendo mas, los aplausos no son malos, los reconocimientos, todo eso alimenta nuestra autoestima, he visto como muchos tienen sed de aplausos, de que le conozcan, en busca de eso muchas veces pues no ven los dos o tres que te aplauden, procuramos lo mucho sin todavía tener lo poco, manejar mucho dinero si todavía no hemos aprendido a ser razonables con el poco que tenemos.
Igual en la vida espiritual, cuantos quieren ser líderes sin primero aprender el proceso, es bonito o chulo estar en frente, pero no es fácil lo que se ha tenido que pasar para que luego que puedan decir “Gaviota de Plata”. Comencemos por la antorcha primero, te aseguro que te dará más satisfacción cuanto obtengas el premio mayor.
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